miércoles, 6 de mayo de 2009

PROPINAS


Juan estaba como de costumbre en el banco de la plaza del pueblo, sentado esperando que pase el día, no era su pueblo, pero allí se instaló hace años.

Sandra pasaba como cada día por la plaza del pueblo, primero de al amanecer y luego al anochecer, tampoco era su pueblo, pero como Juan hace años se instaló allí también.

Cientos de veces se cruzaron, pero nunca se saludaron, Juan intuía en la vida de Sandra parte de la vida de su única hija, Sandra veía en Juan el posible final de cualquiera de los padres de los tres hijos que tenía cada uno de un color.

A Juan lo conozco bien, Juan es de esas personas tímidas de gran corazón que la puta vida le cambia su exterior, pero no su interior. Sandra también en muy conocida por mí, a ella la vida le cambió su interior y ahora se muestra como hiena por fuera, como erizo que muestras su puyas para que nadie se acerque a ella.

En este día en el que me iba a poner a ver el partido del Barça y el Chelsea se me pasa por la cabeza como si lo estuviera viendo a Juan, haraposo, triste, con su chaqueta de pana larga donde en el bolsillo de la derecha guarda su único bien, un libro dedicado de un amigo, el bolsillo de la izquierda lo utiliza con almacén, allí guarda el cartón de vino que compra a diario con lo que le queda de su mísera paguita después de pasar por la caja de ahorros y mandarle a su única hija parte de lo que cobra, sí su única hija, la que hace años que no le habla y no sabe nada de él, tan solo si se retrasa en su aguinaldo mensual.

A medida que escribo más me estoy metiendo en el día de hoy en ese perdido pueblo de la provincia de Teruel, Juan está sacando cuentas, unos turistas de paso le han dejado unas bolsas con comida, algo extraordinario para él, pues el no es mendigo, no pide nada a nadie, solo se mantiene con arroz que el mismo se cocina en su cuchitril a las afueras del pueblo, su pedazo de pan y su tetra brik de tinto, lo justo, no le queda más, pudiera quedarle, pero siempre pensó en su hija, la que le recuerda Sandra cada vez que pasa por delante de él sin saludar siquiera.

Juan se ha echado la mano al bolsillo de su pantalón gris de tergal, al único bolsillo que no tiene boquetes, el regalo de los turistas imprevisto le ha hecho pensar que hasta que vuelva a cobrar su paguita le va a sobrar algo de dinero, hacía tiempo que no le pasaba eso, pues más bien siempre llegaba a fin de mes sin tener que llevarse algo a la boca los últimos dias, pero aguantaba como un campeón.

Juan fijó la mirada hacia la cafetería que siempre estuvo allí, la que con sus grandes ventanales dejaba ver el antaño modo de vida de Juan, desde su banco donde pasaba las horas leyendo y releyendo el mismo libro, pero Juan no sabe que yo sé que entre sus páginas hay una foto de su hija, y por eso a veces tarda más de lo necesario en pasar la página,- jeje pillín, no te hagas el duro, te comprendemos picha, la vida es así de dura Juan...Enga tío ánimo-.

De repente con su mano en el bolsillo del pantalón que no tenía boquetes se levantó de su banco y se dirigió hacia la cafetería, le sobraba algunas monedas y quería darse el lujo que hacía años no se daba, por un día iba a entra donde entraba él hace años por cualquier parte del mundo por la que paseó, conoció o trabajó.

Al entrar en la cafetería Sandra lo miró de arriba abajo, el estres de Sandrita no hacía que precisamente viera con buenos ojos que gente como Juan entrara allí, Sandra estaba hasta el coño de aguantar a sus tres hijos y trabajar como una burra por 800 euros cagaos para que cuando llegara a su casa el mayor de sus hijos le gritara, la del medio estuviera colocada y la menor se estuviera follando a un rapero en su prpoia cama. la vida a Sandra la trató mal, creyó en pajaritos preñaos cerca de una Base Norte Americana donde ella vivía, y lo único que le dío en vez de paradisiáticos destinos fueron hijos de diferntes colores. Sandrita siguió corriendo dentro de la cafetería atendiendo a los demás clientes, Juan se arrimó a una parte de la barra cerca de la salida, en una de las mesas más sucias que había que el mismo recogió y acercó al lugar que correspondía los corotos sucios.

Juan se sentó y esperó que le atendieran, de mala gana se le acercó Sandrita..

¿Qué pasó?¿ qué quiere usted?- Dijo Sandrita con rintintín

¿Cuánto cuesta un capuccino de esos que le ponen nata y canela?- preguntó Juan

"Dos euros", dijo ella impaciente.

"¿Y el cortado?" preguntó Juan, "¿corto o largo?" le respondió preguntándole Sandrita.

Juan dijo, "corto", Sandrita contestó, "un euro", y Juan terminó diciendo, "pues por favor querría uno".

Sandrita de mala gana dió la orden a la de la barra y cuando recibió el cortado se lo llevó de la misma manera a Juan. Juan se lo tomó, se levantó, se fué directamente a caja, sacó las monedas que le sobraban ese mes después de años sin que le sobrara nada, las contó, eran dos euros, lo que costaba el capuccino con nata y canela, pagó a la cajera, la misma que en un platito metálico le entregó el ticket de pagado y en el mismo platito que Juan dejó el euro que le sobró como propina para Sandrita.

"Señor señor, ya pagó, se dejó esto en el platillo" dijo Sandrita, "esa es su propina" le dijo Juan mientras marchaba de nuevo para su banco de la plaza, la plaza de un pueblo de Teruel... Sandrita quedó muda, y creo que no hace falta explicar por qué, ¿o sí hace falta???.


**La SGAE ha reculado, ha devuelto los casi cinco mil euros a la familia de Juamma, la SGAE ha reculado pero su usurería ha quedado patente, el euro de propina de Juan me vale más que los miles de euros hayan dado la SGAE a cambio de lavar su imagen, que nadie se confunda, no ha sido un donativo, no ha sido una buena acción, ha sido un acto cobarde de unos miserables asquerosos que solo la opinión pública y gente como los boleros que siguen continuamente a Mercedes Milá en su blog han hecho que la sinvergüenzura de esta gentuza salga a la vista como hacía tiempo que debía haber salido. Hoy más que nunca no me arrepiento de haber llamado hijos de putas a todos los miembros de la SGAE, es más, hoy más que nunca los vuelvo a llamar HIJOS DE PUTAS así de grandote, así de chillado.

Ayer en el blog de MERCEDES MILÁ,
"Lo que me sale del bolo" y en otros blogs de boleras y boleros que los siguen pude enterarme de la trama de estos canallas, pero también me enteré de la lucha que algunos/as blogueros están haciendo para salvar a Juamma, la propina de Juan, la compra de una camiseta a favor de Juamma, o el pequeño donativo de cualquiere persona a la cuenta de ahorros para sufragiar los gastos que son cuantiosos, valen más que los 5000 cochino euros que los putos cabrones de las SGAES han dado a última hora cuando se han visto pillados por la opinión pública.... Valientes cabrones!!!!


AQUÍ DEJO EL ENCLACE DE AYUDA A JUAMMA,
SOLO PINCHA AQUÍ.

6 comentarios:

ISIUS dijo...

Buenas nochessss!!!
Me gusta la historia de Juan, lo del tema de SGAES, pienso lo mismo, lo único que han hecho es intentar lavar su imagen, pero además de darle a Juanma lo que considero suyo, deberían devolverle el dinero a tantas asociaciónes, personas o quienes quiera que sea que han realizado actos beneficos, se piensan que haciendo esto público ya han quedado bien...pués lo llevan claro.
A por ellossssss
Besazos

Inocencia María dijo...

Hola Raúl, me gustó lo que leí, poco a poco nos iremos conociendo, un saludo.
AFRICA04.

Anónimo dijo...

HEY QUE DICE EL IGLESIAS QUE COBRA BIEN DE LA SGAES...EL RELATO DE JUAN EXTRAORDINARIO. NUNCA NADIE ES LO QUE PARECE.

AUNQUE ESCRIBA POCO YA SABES QUE ME RIENEN DENUNCIADO POR MIS ESCRITOS ....YA VES LIBERTAD DE EXPRESIÓN DECÍAN ...DEMOCRACIA DECÍAN...NO VIOLENCIA DECÍAN...PERO NO APTO PARA HIPÓCRITAS...
UN SALUDO DESDE TU TIERRA Y SEGURO QUE NOS VEMOS PRONTO FUERTEVENTURA ESTA A UN TIRO DE AVIÓN.

SALUD.

ISIUS dijo...

Feliz fin de semana para tí también, sé bueno....
Un besazo

ISIUS dijo...

Feliz fin de semana para tí también, sé bueno....
Un besazo

FEBE dijo...

AAA ya me acuerdo jajajaajaj,es por mi amiga Isius que te encontré. Bueno aclarado esto,te doy las gracias por entrar tu también en mi blog. Saludos.