Si algo echo de menos muy amenudo es mi vida es el LLano Venezolano, desde que llegué en una semana como la de hoy hace ya algunos años hasta que me regresé de nuevo para España puedo decir que fueron los años más felices de mi vida.
Con cincuenta mil pesetas llegué, las mismas que me costaron arreglar los papeles para poder quedarme, así es como se arreglan las cosas por esos lares, así de fácil compré también mi título de Técnico en metalmecánica y por supuesto mi carnet de conducir, no importaba que yo ya llegara a ese lindo país con todos los carnets sacado en España, no había canje, tres mil bolívares de los de antes me proporcionó la legalidad al volante y varios cuadernos y unos lápices el librarme de unas multas por conducir mi moto sin licencia.
Yo tengo la facilidad de acostumbrarme siempre al sitio donde llego, de adaptarme perfectamente a su estilo de vida y costumbres, para lo bueno y para lo malo, de comprender lo nativo, de aprenderlo y vivirlo. Por la morriña al principio cantaba flamenco y pasodobles, con el tiempo cantaba joropo y bailaba merengue, las navidades sin Gaitas maracuchas no eran navidades para mí y no me perdía ningún amanecer gaitero, pasé del pescaito frito y las papas fritas con huevo y bistec al pabellón criollo, huevos de iguana, carne de chigüire, arepas y tequeños, del fútbol de las grandes estrellas españolas al coleo venezolano, beisbol y carreras de caballos,pasé de mi coche ford fiesta recién estrenado en el 1991 en Cádiz al Malibú classic tipo coupé del año 1970 que compré a mi vecino en Venezuela, de las quinielas de Fútbol españolas a las ilegales casas de apuestas donde había más pistolas que mesas. Pasé por muchos cambios, por muchos estilos de vida, algunos me asustaron al principio, después los disfruté, los disfruté con dinero o sin dinero, pero los disfruté feliz, hasta los malos tragos que pude pasar que aquí en el supuesto primer mundo me colgarian de los webos mis conocidos y familiares, allí se vivieron con alegría, nos lo hemos pasado de puta madre, hemos vivido como hemos querido sin impocisiones personales, nos han entendido en todo, nadie se nos ha metido en nada, el cariño ha sido el mismo siempre, por eso amo a Venezuela y a su gente, porque estaran jodidos más que aquí muchos de ellos, pero la alegría que se palpita en sus caras ya la quisieran los curritos europeos.
En Canarias iden de lo mismo, mi adaptación ha sido total, máxime que practicamente la mayoría de mis amigos son latinos, pero en cuestión costumbres, comidas, floklore y tradiciones, para eso aquí estoy yo pa vivirlo como el más guanche de todos, y como todo en la vida, si esto deja de funcionar y mi siguiente paso es dejar esta linda tierra Canaria, lo hago, y en cualquier parte del mundo seguro salgo pa´lante, seguro, de eso es lo único que estoy convencido en esta vida, de que me adpato y me como el mundo, con dinero o sin dinero....
1 comentario:
Hola Raúl joe que fácil lo has tenido tú en mi país comprando de todo y yo aqui no me puedo comprar ni un pantalón jejejejej, un beso....No te enfades es broma jejeejej. Nora
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